Tras la tormenta siempre llega la calma. O tal parece después de conocer el acuerdo al que Fonsi Nieto y Alba Carrillo han llegado para la estabilidad de su hijo Lucas. La reunión -celebrada de forma imprevista en el despacho de Zalarruqui, abogado del ex piloto- empezó de forma violenta. Me explican que la tensión era más que asfixiante. Demasiados reproches acumulados. Excesiva la necesidad de compartirlos y evidente el enfado categórico de uno y otra ante el devenir de los acontecimientos.
Pero, cuando todo parecía perdido, la calma reinó en Pintor Rosales. Ambos entendieron que estaban condenados a entenderse por la estabilidad de su hijo. Fue entonces, ante la intervención de los representantes legales, cuando se serenaron y comenzaron a dialogar. Demostrando su generosidad, Alba aceptó todas las condiciones impuestas por Fonsi. Todas ellas para alterar el convenio regulador que firmaron tras su separación. Se reduce a ochocientos euros la cuantía que Fonsi tendrá que transferir mensualmente en concepto de manutención. Además, el régimen de visitas aumenta un día más a la semana para que el padre, con trabajo los sábados, pueda disfrutar de su pequeño durante la jornada del lunes. En el acuerdo, que quedará registrado ante notario, también se establecen cláusulas de confidencialidad y de no agresión entre las partes. La guerra se ha terminado.
Condenados a entenderse
Un gesto encomiable por parte de la modelo que, si bien mostró en un principio sus dudas acerca de estos cambios imperativos, lo cierto es que los firmó por el bien de la relación con el ahora DJ. También reseñable la actitud positiva de Fonsi que, dejando atrás los conflictos bélicos mediáticos, ha sabido dar los pasos certeros para proteger a su hijo. El acuerdo alcanzado satisface, en mayor o menor medida, a ambas partes.
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