Las cosas, cuando no van contigo, resultan muy graciosas. Laura Fa ha comprobado en carne propia que no hay que hacer las palmas cuando alguien critica duramente a otro y amenaza con revelar sus secretos más íntimos. La mecha prendió cuando Jordi Martín tuvo conocimiento de que su compañera había comentado que él no se encontraba entre los mejores de su profesión. Por su parte, el aludido replicó argumentando que este año había hecho doce portadas. El tono fue in crescendo y el paparazzi contraatacó restregándole en la cara a su compañera de Cazamariposas que en Arús había perdido la silla fija mutando en colaboradora. También añadió que Laurita se tiene en excesiva buena opinión en cuanto a su faceta de periodista.
Enfadadísima, Fa advirtió a su compañero que no fuera por ahí, que si seguía, iba a revelar muchas cosas que sabía de él. El fotógrafo intentaba indagar acerca de lo que escondían sus palabras y la periodista le conminó a callar. La pelea acabó con un “Tú a mí no me conoces” que augura hasta donde es capaz de llegar Laura para salvaguardar ciertas cosas que no quiere que vean la luz. Parecía que los Cazas iban a ser aliados en la Sálvame Snow Week. Sin embargo, saltan chispas entre ellos. Conociendo a la periodista es más que probable que no vuelva a dirigir la palabra a Jordi. Tampoco sería osado decir que se la devolverá a la mínima de cambio. Es una mujer de carácter. Es posible que no sea rencorosa pero sí memoriosa.
El ocaso de Fa en Aruscitys no se debe a su hacer profesional, sino a las veleidades que se gastan los responsables del programa. Estamos ante gente muy peculiar, de las que de un día para otro, cuando menos te lo esperas, condenan al ostracismo a sus colaboradores. Algo que pueden corroborar muchos y muchas. A Jordi le gusta jugar al filo de la navaja. Tiene todas las papeletas para hacerse un buen corte en la yugular.
¿Una gran opinóloga?
Debería frenar porque como salgan a la luz ciertos pasajes de su vida, sus días en televisión podrían estar contados. El hilo es muy fino y puede romperse como el fotógrafo siga estirando. Laura es de armas tomar y no se para en jarras. Tan solo hace falta ver cómo se expresa en televisión. No se corta un pelo a la hora de opinar de forma cruda y extra ácida sobre los famosos. A veces tampoco se libran ni sus compañeros por su curiosa manera de echar por tierra informaciones ajenas.