Mercedes García ha sido la concursante más breve en la historia de Gran Hermano. Entró en la casa de Guadalix de la Sierra y, al descubrir que allí estaba su ex novio, abandonó. Según ella, fue en este punto cuando empezó su calvario. Y es que, desde entonces, lucha contra gigantes que quieren hundirla.
La gran hermana está convencida de que en Mediaset quieren hundirla por haberse negado a realizar una entrevista donde explicara los motivos de su abrupta partida en la sexta edición del reality. Culpa a la cadena de ser la responsable de que la despidieran de su trabajo, y no se sabe cuántas cosas más.
Así relató Mercedes en su blog el calvario por el que atravesó: “No os podéis ni imaginar la situación tan terrible en la que me encontré cuando salí de Gran Hermano porque me había separado de mi marido, vivía en un piso alquilado en un pueblo perdido de la mano de Dios, me quedé sin trabajo, tenía las cámaras siguiéndome, con lo cual no había un Dios que quisiera contratarme, y yo tenía que comer y pagar mi alquiler, y de ninguna de las maneras iba a consentir que Telecinco se saliera con la suya de llevarme a sus platós ¿y sabéis lo que se me ocurrió?, aceptar entrar en un concurso de Antena 3 llamado Aventura en África”. Entrar en el reality de la competencia hizo que Zeppelin, productora de Gran Hermano, la demandara por incumplimiento de contrato.
Desde entonces hasta ahora, Mercedes García ha experimentado una querencia por las demandas. Ha interpuesto pleitos a diestro y siniestro. Los medios no se han salvado de su particular quema. El último que se ha resuelto ha sido el que inició contra la editora de la revista Sálvame, Tucán, y la periodista Joana Morillas alegando que se había vulnerado su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen. La gran hermana solicitaba una indemnización de 25.000 euros que debía satisfacerse solidariamente entre las dos partes demandadas.
El objeto del litigio era un reportaje, firmado por Joana Morillas, donde se explicaba la situación que había provocado Aída Nizar al asegura que Mercedes había mantenido una relación con Antonio David Flores y que, como consecuencia de la misma, había tenido un embarazo que se malogró. Se trataba de un artículo muy positivo hacia Mercedes García. Por otra parte, la protagonista habló públicamente del asunto al intervenir en Enemigos Íntimos, programa de televisión donde Aída realizó las falsas manifestaciones.
Pues bien, la Justicia ha absuelto a los demandados y ha desestimado la demanda. Así las cosas, la empresa editora de la revista Sálvame, Tucán Comunicaciones y Producciones Editoriales, y la periodista Joana Morillas, quedan libres de un proceso que la gran hermana inició cuando faltaban 24 horas para que prescribiera. La broma le ha salido cara, ya que deberá hacer frente a las costas judiciales.
.
