Ha sido el culebrón de la semana. El enfrentamiento entre programas hermanos que nacieron de la misma productora, La fábrica de la tele. Sin embargo, ni por esas. Las espadas están más en alto que nunca contra Cazamariposas por parte de Sálvame y el Deluxe a propósito de María Lapiedra. El cisma se abrió el lunes pasado, día en que la rubia acudió a Caza para revelar algo que ya había hecho público tiempo atrás, su amistad con Gustavo González. Y ser armó el Belén.
Los colaboradores de Sálvame sellaron sus labios cuado la reportera en Madrid de Cazamariposas, Adriana Dorronsoro, les preguntó a propósito del asunto. Algo que fue ampliamente comentado en el espacio que reina en Divinity. Parecía que la cosa moriría aquí cuando la productora decidió invitar a María al Deluxe. Sin duda, empezaba a escribirse un nuevo capítulo de una historia conocida por todos.
El viernes, en la que ha sido una de sus peores semanas, Gustavo González compareció en Sálvame, donde colabora desde hace cinco años y, fiel a su norma de no comentar aspectos relativos a su vida privada, llegó hasta donde pudo. Lejos de negar a María, pidió a sus compañeros que no le dieran caña. Algo que hizo extensivo al director del Deluxe.
Y ya por la noche, María Lapiedra aterrizó en el plató del Deluxe. La cosa podía haber sido peor. Es de agradecer que los colaboradores del programa se quedaran en la espuma. Mucha tela que cortar, y hasta aquí podemos y queremos leer en Cotilleo.es.
Este lunes la rubia estará en Cazamariposas para hablar de su experiencia en el Deluxe que, de momento, solo le ha pasado factura por lo poco que descansó. El sábado amaneció temprano para desayunar con unos amigos ya que al mediodía tocaba regreso a Barcelona. Y el domingo, la protagonista, su marido y sus hijas pasaron el día en el apartamento que tienen en una bonita localidad de la costa catalana. María está tranquila y Gustavo para nada está enfadado con ella. Bien está lo que bien acaba.