José Manuel Parada fue durante años íntimo de Isabel Pantoja. Sin embargo, el hecho de que aparecieran unas imágenes donde charlaba con Maite Zaldívar hizo que la tonadillera lo borrara de su lista de los afectos. Sin duda, la Pantoja es de las que no perdonan. “Al enemigo, ni agua”, es su máxima.
Cuando empezó el distanciamiento, Parada no lo tomó en serio. Intentó hablar con Isabel para arreglar el malentendido pero no hubo respuesta. La tonadillera le pagó con silencio y Agustín tampoco le dio explicación alguna. Y mientras esperaba que las aguas se calmaran, al periodista le dio por pensar. Recordó situaciones y acciones que había vivido junto a la Pantoja y el puzzle empezó a encajar.
Que nada es como parece en Isabel lo tiene claro José Manuel. Durante años, se mostró con él de una forma diametralmente opuesta a la realidad. Y eso que por su culpa tuvo que ir a declarar ante el juez cuando ella explicó a su señoría que adquirió un apartamento en Guadalpin tras comentarlo con el periodista. Tampoco en esa ocasión dio la cara. Le pasó la pelota a su hermano Agustín, que no sabía ni qué decir.
La forma de entender la amistad que tiene Pantoja es cuanto menos curiosa. Se acerca o distancia en función de no se sabe muy bien qué. Lo hizo en el caso de María Navarro, a quien apartó de su lado cuando apareció Julián Muñoz. La entonces manager no entendía nada y se despachó a gusto con personas de su entorno.
Fue durante el programa de Carlos Herrera donde Parada estalló. Hablaban sobre el retorno de la Pantoja y el periodista, cansado ya de tanta contención, espetó: “¡Es una grosera y una maleducada, y ya está bien!”. Sin duda, lleva mucho callado y la contención tiene un límite.
Otros famosos que ya son historia en la vida de Isabel son Las Mellis, Raquel Bollo, Luis Rollán o Chelo García-Cortés. Parece que en esta nueva etapa, Pantoja no quiere a su alrededor gentes de la televisión. ¡Cómo está el patio!