Alba Carrillo por fin ha hablado. Lo ha hecho a través de las páginas de la revista Hola para aclarar, por vez primera, cuál es la realidad que vive tras el divorcio de Feliciano López. El pleito, que será llevado por la prestigiosa abogada Teresa Bueyes, es motivo de comentarios y especulaciones en los medios de comunicación. Algo a lo que Alba está acostumbrada pero por lo que también ha querido dar un paso al frente y reconocer toda la verdad porque, aunque está herida, tiene ganas de resolverlo todo: «El despecho es un sentimiento humano. Claro que estoy dolida, y muy enfadada, lo raro sería que no lo estuviera».
En el reportaje de la revista del saludo, también aclara que, lejos de lo sospechado, tiene claro que ella solo quiere reclamar lo que por ley le corresponde: “No quiero nada que no sea lo que legalmente me pertenezca. Tal y como me aconsejó mi anterior abogada, pedí una pensión compensatoria de ciento veinte mil euros, aunque ahora estoy replanteándome renunciar a esa cantidad. “Por supuesto, si me hubiera sentido mejor tratada, podríamos haber llegado ya a un acuerdo y no estaríamos en un Juzgado. Es más, de hecho todavía estoy dispuesta a ello”, confiesa.
Sobre el régimen en el que contrajeron matrimonio, Alba se muestra muy tajante y no duda en expresar su incomprensión ante la actitud del tenista: “Nos casamos en gananciales y seis meses después firmamos la separación de bienes por temas fiscales, según él me dijo. Contenía una cláusula según la cual en ese acto se disolvían los gananciales y que firmé sin comprender su contenido. Feli me dijo que me pagaría el alquiler y los gastos durante un año” comenta.