La muerte de Cristina La Veneno ha sacudido a la opinión pública. Su fallecimiento, solo dos días después de ingresar en el Hospital La Paz de Madrid tras sufrir un aparatoso golpe en la cabeza, ha dejado convulsionando a los medios de comunicación. En primer lugar porque jamás se pensó que su situación podía ser tan grave y, lo más sorprendente, porque los motivos de su desaparición son, hasta el momento, una gran incógnita.
Fuentes solventes aseguran a esta revista que Cristina La Veneno llegó al hospital con un gran nivel de tóxicos en la sangre, lo que significaría que, antes de su mortal accidente, habría consumido, en grandes cantidades, estupefacientes y alcohol. La versión oficiosa que ha llegado hasta la redacción de Cotillo.es es clara. No ha habido ajuste de cuentas. Tampoco agresiones externas. Insisten en que los médicos que han tratado su caso desarman la versión conspiratoria que existe sobre el caso.
Aún así, la Policía tiene abiertas varias hipótesis: desde violencia doméstica hasta un intento de suicidio. Es esta última versión la que mantiene el novio rumano de la vedette que, en conversación con esta publicación, Alí admite que su novia «quería acabar con su vida. Aunque su nerviosismo es evidente, también nos confirma que ha prestado declaración, hecho del que esta revista informó en exclusiva.