Belén Esteban cumple cuarenta y tres años. Una cifra redonda en uno de los momentos más complicados de su vida. En plena batalla legal con el que fue su mano derecha, Toño Sanchís, la colaboradora de Sálvame tiene, además, varios frentes abiertos. Y es que Belén acumula enemigos como nadie. Estos son algunos ejemplos
Carmen Bazán. A la madre de Jesulín de Ubrique le llegó a insultar públicamente. Dijo de ella que se entrometía tanto en su relación sentimental que, incluso, se colaba en la habtiación de su hijo para llevarle «un vaso de colacao» mientras Belén y él estaban intimando.
Olvido Hormigos es su enemiga número uno. La ex concejala de Los Yébenes, representada por Toño Sanchís, se ha convertido en su mayor punch de boxeo. Cada día es un ataque hacía la rubia. Dicen que porque está cargada de odio: si no estás conmigo, estás contra mí.
Fran Álvarez fue su último novio. No quiere saber nada de él porque, de alguna manera, le responsabiliza del tiempo que pasó bajo los efectos de la cocaína. Él, en cambio, mira al frente con optimismo e intenta no seguir el juego televisivo.
Ángela Portero. Recientemente la periodista ha denunciado públicamente que no trabaja en televisión por el veto de Belén Esteban. Ángela lleva meses aportando la versión de Toño Sanchís y eso parece que le ha hecho ganar una silla en el infierno.
Carmen Janeiro. A la hermana de Jesulín de Ubrique le llegó a acusar de haber «escupido» a su hija Andrea. La contertuliana mantenía una malísima relación con la tía de Andreíta, hasta el punto de negarse a que la pudiera ver.
David Camacho apareció en Enemigos Íntimos para hablar sobre su relación con Belén Esteban. Desde entonces, aquel amor de juventud se convirtió, para Belén, en una auténtica pesadilla que le persigue en las Redes Sociales.
Carmen Lomana fue amiga de Belén Esteban durante algún tiempo. Sin embargo, la de Paracuellos le hizo la cruz el día en el que la celeb dio a entender que su hija estaba excedida de kilos.
Pepa Jiménez vive en el ostracismo mediático desde que denunciara haber sido víctima de un complot urdido por Belén Esteban. Desde entonces, nada se sabe de la periodista que, hasta el momento, había trabajado en infinidad de programas y televisiones.
María José Campanario es, desde los inicios de su romance con Jesulín de Ubrique, una de las enemigas más fuertes de Belén Esteban. Las críticas de la contertuliana a la forma en la que la de Castellón trataba a su hija fueron, durante muchos años, carne de televisión.
Alessandro Lequio se encarga, desde El programa de Ana Rosa, de recordar a Belén que no todo lo que cuenta siempre es cierto. El italiano es uno de los azotes públicos más importantes de la colaboradora y, por qué no decirlo, uno de sus grandes enemigos.