Más que Divinas y Humanas, yo escribiría sexys y atrevidas. José Aguilar, periodista experto en nuestro cine patrio, hace un recorrido atrevido a través de los ojos de las protagonistas que marcaron historia en el cine patrio, durante una etapa, donde el destape fue la moneda de cambio que marcó toda una generación de artistas, que abrió el camino a otras y supuso una enorme responsabilidad para que la sociedad española se liberarse de las ataduras eclesiásticas impuestas. El autor parte de un recorrido a través de ocho generaciones diferentes, con un denominador común. Todas y cada una de las veintidós actrices entrevistadas comparten una forma de entender el arte cinematográfico.
Las actrices se abren poco a poco al autor al que no dudan en confesar actos tan íntimos de pareja como Asunción Balaguer que describe con exacta precisión, la pasión que levantaba y provocaba la sola presencia de su marido, Paco Rabal, entre las féminas.
El código de seducción se analiza línea a línea, en una profesión donde, y a pesar de lo que se pudiera creer, la censura no era tan férrea como se pensaba, donde se permitían otros códigos de comunicación y donde la pasión, la entrega, el erotismo y el sex appeal de cada una de ellas, traspasaba los límites de lo prohibido quedando recogidos a través de las experiencias personales y profesionales de las actrices. Porque como reconoce Mónica Pont, no hay que quedar sin ropa para desnudar el cuerpo. Gustarte es el inicio para disfrutar de un recorrido por la sensibilidad del cuerpo.
Acariciar sus páginas, es como poder acariciar tímida, levemente la piel de las protagonistas. Como confiesa Norma Ruiz, “no es fácil que alguien se pueda convertir en un animal erótico cuando su naturaleza recorre otros caminos”, pero lo cierto es que en la selección de actrices hecha por el autor del libro Divinas y Humanas, se respira sensualidad y sexualidad. El olor de las páginas al abrir las tapas del libro te sumerge en un viaje prohibido con placeres inimaginables, solo a la vista del lector.