Raquel Bollo y Rafa Mora se las prometían muy felices. Fotos por aquí, fotos por allá. Parecían unos buenos amigos, capaces de compartir sudor y toalla en las playas de Ibiza donde fueron inmortalizados. Pero no era real. Las cosas se torcieron el día en que el valenciano se enchufó a la máquina poligráfica de Conchita. Aunque él dijo que no, el polígrafo confirmó que había tenido encuentros íntimos con la colaboradora cuando ambos estaban en Cantora: «Raquel se va a enfadar con esto», dijo él. Y más que enfado, lo de la ex de Chiquetete fue una auténtica revolución.
No pasó mucho tiempo hasta que la sevillana acudió al programa en el que trabaja para explicar que se sentía utilizada y muy enfadada. Anunció demandas contra diestro y siniestro y restó al ex tronista a pedirle perdón. Bollo no ha conseguido su objetivo. Más bien todo lo contrario, pues Rafa ha vuelto a hablar del asunto. Y lo que de ella ha dicho no le deja en muy buen lugar: «Para mí es una mancha en mi expediente. Yo nunca he dicho con quien me acuesto», explicó.
Pero Rafa no se quedó ahí. Además de asegurar que Raquel le había amenazado telefónicamente con acudir a los tribunales si no se retractaba, confesó que, durante su estancia en el tanatorio donde velaban a su abuelo recién muerto: «La tuve que bloquear de Whatsapp porque no me tuvo ningún respeto en un momento tan duro. Y no quería decir algo que luego me pudiera arrepentir». ¿Ha acabado el dinero con una bonita amistad?
Según ha podido saber esta revista, el enfado de Raquel viene principalmente motivado por la bronca que ha tenido con su hijo Manuel. Y es que el joven mantenía una relación de amistad con Rafa y se podría sentir traicionado por su propia madre. Aunque eso sí, está dispuesto a creerla. Bollo no ha querido confirmar este extremo a esta publicación.