Bigote Arrocet está acostumbrado a lidiar con las preguntas de los reporteros asfálticos. Desde que empezó su relación con María Teresa Campos sabe que todos sus movimientos son observados con ojos de lupa. Buscan los tres pies al gato aunque, a veces, la ficción supera la realidad. Lo último, las fotografías en las que el humorista aparece, en innegable actitud cariñosa, con Gema Serrano, una vieja conocida con la que ha compartido varias citas. Incluso en el apartamento que tiene en Madrid y en el que sus hijos se hospedan cuando viajan a España.
Sin embargo, el silencio reinaba en los protagonistas. María Teresa confirma que lo suyo con Edmundo navega sobre seguro. No se cree las informaciones que, sobre su novio, se publican a troche y moche. Él, en cambio, había guardado silencio. Hasta hoy. Al otro lado del teléfono, Bigote siempre suena convincente: «Esta todo bien. Entiendo a los periodistas y agradezco la preocupación», me contesta.
Es la forma más concreta pero directa para explicar que su relación no se ha resquebrajado. Más bien todo lo contrario, pues parece que Bigote y Teresa están más unidos que nunca. Los veremos juntos en la segunda temporada del reality Las Campos y, quién sabe, servirá para demostrar que lo suyo es amor del verdadero.