La Princesa de Asturias cumple 11 años de encierro: así es su vida fuera de Palacio

Leonor de Borbón, Princesa de Asturias, Princesa de Gerona y de Viana, Duquesa de Montblanc, Condesa de Cerverá, Señora de Balaguer, y Heredera al Trono español, cumple once años. Los que la conocen aseguran que es una niña resulta, sosegada, encantadora, dulce, tímida si no te conoce, reflexiva y observadora. Con una enorme capacidad de planificación, piensa antes de actuar y cuando actúa, lo hace con constancia y perseverancia. Los mismos adjetivos se le adjudicaban a su padre cuando tenía la misma edad.

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Poco más se conoce de ella. Es tal el celo y protección sobre su infancia, que su madre, la reina Doña Letizia ejerce sobre sus hijas, que pocas anécdotas trascienden de las niñas. Obsesionados con blindar su infancia y conseguir que crezcan como hijas “normales”, evitando que entre las hermanas aparezcan los inevitables celos. De hecho, entre ellas siempre ha reinado la cordialidad en público, incluso vistiéndolas igual, evitando diferencias sonadas. Salvo en una ocasión. Fue en 2012 y por deseo expreso de su padre cuando Sofía quedó fuera de una fotografía en la que posaron Juan Carlos I, Felipe VI y la Princesa de Asturias. Aquello despertó los celos lógicos, pues la Infanta no comprendió el motivo por el que no posó en la foto, si hasta entonces siempre lo habían hecho juntas.

Letizia Ortiz tiene muy claro que quiere proteger a sus hijas, por lo que rara es la ocasión en la que las vemos posando frente a las cámaras

Son pocas, contadas las veces que vemos a la Princesa de Asturias a lo largo del año. Cuatro o cinco posados son suficientes para verla crecer, siendo Palma de Mallorca tanto en la Misa de Pascua como en verano cuando más la vemos. También en su vuelta al cole.

Eso sí, a diferencia de otras Casas Reales europeas, Doña Leonor aún no tiene su propia agenda oficial, a pesar de que en mayo de 2015, se pensó que el primer acto de su agenda institucional se estrenaba en la Base aérea de San Javier en Murcia.

Entre sus aficiones, ha trascendido que recibe clases de ballet en el colegio en el que estudia, Santa María de los Rosales en Aravaca, y que de manera excepcional estudia la historia de los Borbones. Sin embargo ni el ski ni la vela -deportes que practicaba su padre- parecen de su agrado ya que nos consta que no lo practica, como si hacen sus primos. Ni siquiera le gusta la hípica, deporte al que es asidua su prima Victoria Federica y su tía paterna la Infanta Doña Elena.

Por lo demás, la Princesa de Asturias es una niña más, con los mismos gustos por vestir que cualquier otra joven de sus edad, con cierta predilección por el rosa. Hasta este verano, que supuso un antes y un después en su vestimenta. Los tradicionales vestidos de la modista gijonense, de absoluta confianza de doña LetiziaNieves y de la firma Nanos, dieron paso a algo más acorde a su edad y con cierto aire de sofisticación, vistiendo por primera vez, a sus diez años, de Carolina Herrera línea infantil, aunque bien es cierto, que el vestido elegido tanto para su posado veraniego en Marivent, como para la fiesta Nacional del 12 de octubre fueron de anteriores colecciones.

 

REYES POSAN EN MARIVENT

Con respecto a su educación, la que recibe directamente de sus padres y entorno más cercano, fuentes consultadas por esta revista, aseguran que Felipe y Letizia adoran a sus hijas, pero no consienten caprichos, quieren evitar a toda costa, que se sientan especiales, y que se conviertan en unas niñas malcriadas, consentidas e insoportables. Tienen dos cuidadoras; una solo les habla en inglés. Por eso, es casi bilingüe. Además su abuela paterna, la Reina Sofía, desde que nacieron, solo se dirige a ellas en este idioma.