Doña Letizia no ha decepcionado (demasiado). Ha vuelto a confiar en un look sobrio, lejano a todo artificio, para la noche previa a la entrega de los Premios Princesa de Asturias. La Reina se decantó por un little black dress de su diseñador de cabecera, Felipe Varela. Se trata de un vestido combinación lápiz realizado en punto negro y de tirantes finos, combinado con un cinturón de flores de cristal. Sin embargo, y al tratarse del evento más esperado para la cultura española, ha pecado en exceso de provocación, pues el estilismo escogido no es el más acertado para un evento de estas características. Es evidente que la Reina luce un físico escultural, pero mostrarlo con tan poca solemnidad crea exceso de controversia.
Lo que es incuestionable es que la Reina ha demostrado tener un color fetiche para esta noche. Lo hemos podido comprobar durante los últimos años en los que ha vestido de negro. En 2015, Letizia apostó por un mono de Varela, con original escote intercalado en pedrería de corte Halter.
En el 2014, Doña Letizia volvió a confiar en Felipe Varela, quien confeccionó para la ocasión, un vestido en seda negra con bordado art decó en el escote delantero y espalda, diseño que estrenó previamente en una cena ofrecida a los mandatarios de la ONU.
Sin embargo uno de los trajes que más aplausos ha recibido es el esmoquin minifaldero en seda negra que Letizia lució durante el XXII Concierto Premios Príncipe de Asturias, en 2013. El acontecimiento tuvo lugar en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo y se rindió homenaje al compositor Richard Wagner.
Observando la imagen de Letizia en 2012 es evidente que su estilo ha evolucionado con el paso de los años. Quizás porque la Reina ha ganado en confianza personal y ya se siente segura con el cargo que ostenta. El atentado estilístico que tuvo lugar este año no puede pasar desapercibido, pues lució un conjunto de falda de lentejuelas en bronce, plata y oro con un jersey negro de lana fría en pico “V”.
En 2011, la Reina volvió a apostar por el negro con unos pantalones negros que, con una camisa blanca y un bleiser negro de pallets, acompañó con un sencillo recogido capilar.
Pero si echamos la vista atrás debemos reseñar la ceremonia de 2009 en la que, nuevamente, Doña Letizia fue el centro de atención de todas las miradas. Aunque su elección fue aplaudida en aquel momento, hemos convulsionado al ver las imágenes. Es un exceso: lusa en raso marino, falda de lana cocida troquelada de color negro firma de Felipe Valera y zapatos de Magrit. En aquella ocasión, una jovencísima Doña Letizia peinó su melena al viento .