No es la primera vez que Jan Gui Urdangarin, favorito de Iñaki Urdangarin y su esposa la Infanta Cristina de Borbón, como cualquier joven de su edad, desempeña un trabajo para ganarse un sueldo extra con el que mantener sus caprichos. La diferencia está en que nada se saldría de la normalidad sino fuera por que el juez Castro, empeñado en desarmar la trama Noos y Aizoon ,por los que han sido juzgados el matrimonio Urdangarin, le sacó de su anonimato y le hizo declarar contra su propios tíos en la causa por la que han sido juzgados.
El cordón sanitario que impuso Casa Real para proteger al núcleo duro de la Familia Real, no pudo interferir, ni evitar que el hijo de Ana Urdangarin, máximo apoyo de los duques durante las largas horas de juicio, fuese contratado como camarero para la cena que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Cataluña, tras la entrega de los premios Planeta. En el último instante, cuando el ejército de camareros entró en el salón del Palau de Congresos para servir la cena, se percataron de que la presencia del joven podría incomodar a los monarcas, por lo que en último momento cambiaron a Jan de «rango de mesas», evitando tan tenso encontronazo.
Es evidente que el parapeto impuesto ha resultado satisfactorio, pues no hay ningún contacto ya que de haberlo sabido estoy segura de que, doña Letizia habría saludado al joven que nada tiene que ver con su tío, y los asuntos judiciales que este tiene pendientes, más allá de haber sido un trabajador más dentro del entramado societario, y por el que recibía un sueldo como mensajero a tiempo parcial.