La noticia saltó a primera hora del pasado martes. La Guardia Civil se personaba en el domicilio madrileño de José Luis Moreno para confirmar los motivos de una denuncia que el productor había recibido horas antes. Se trataba de una grave acusación de maltrato animal. Según la protectora Animal Rescu, José Luis había dejado de atender a sus dos perros, aquejados de leishmaniosis, y cuya malnutrición era severa. Moreno no tuvo problema en atender a los agentes que se desplazaron y pudo demostrar que, alimentados y cuidados, los canes estaban recuperándose de su enfermedad.
Pero la información se viralizó a una velocidad insólita. Fue aquí donde el productor realizó sus primeras declaraciones. Las mismas que luego reproduciría en varios programas de televisión en los que participó: «No hay nada de cierto, es cosa de mi ex secretaria que ha intentado jugármela», repetía sin parar. Una defensa, para todos creíble, que dejaba al descubierto el interés flagrante de quienes intentan comercializar con la fama del productor: «Esto es porque me llamo José Luis Moreno. Si no fuera así, no habría pasado nada de esto», me repetía incansable, entre el escepticismo y la resignación.
El productor José Luis Moreno durante su última entrevista concedida en el programa de Bertín Osborne
Siempre creyó en su inocencia pero, aunque tenía la conciencia tranquila de estar cumpliendo con sus obligaciones como dueño de los perros, no ha sido hasta recibir la confirmación oficial cuando José Luis ha podido respirar tranquilo. Según ha podido saber esta revista en exclusiva, los agentes de la Guardia Civil han prestado declaración para aclarar que, en efecto, no se ha producido maltrato alguno y que, si bien los perros están enfermos, ambos se encuentran en perfectas condiciones y con sus necesidades básicas cubiertas. Lo mismo ha declarado la veterinaria que se ha trasladado, de forma regular, para realizar las visitas pertinentes para comprobar el estado de los perros: «La verdad es que estoy tranquilo después de esto, sobre todo porque ahora es mi turno. Voy a interponer una denuncia por denuncia falsa y voy a llegar hasta el final. Los perritos mejorarán pero los malos nunca ganarán», me sentenció como solo él sabe hacerlo.
Porque los que conocemos -y tratamos- a José Luis sabemos que es un hombre especial, de fuerte carácter y de ideas fijas. Contradictoriamente pragmático y emocional, lleva sosteniendo acusaciones de todo tipo que buscan, en efecto, causar estragos innecesarios. Porque este que les escribe puede confirmar que el servicio doméstico con el que el ventrílocuo convive, se deshace en halagos y bienaventuranzas hacia él. También sus verdaderos amigos, los alejados del mundanal ruido. Ladran, luego cabalgamos.