Toño Sanchís es el protagonista involuntario del próximo escándalo en el mundo del corazón. La aparición de Susana Espona, una catalana exuberante con la que mantuvo algunos encuentros, ha causado un gran estruendo mediático. Será esta noche, en Sálvame Deluxe, donde dará todos los datos de su relación con el ex representante. Aunque todavía no se han dado los datos exactos, parece que Susana está dispuesta a desvelar cómo de pasional es Toño en la intimidad y, sobre todo, lo que explicaba de su representada estrella, Belén Esteban.
Pero a pesar del interés de los medios, lo cierto es que Toño y Lorena están absolutamente tranquilos. No esperan grandes alharacas ni tampoco desesperan ante un testimonio que se cuece desde que su relación con la colaboradora de Sálvame saltó por los aires. Ríen ante lo que consideran una artimaña más de Belén Esteban para dañar su imagen pública «pero entre Lorena y yo no caben secretos. No tenemos miedo, ni tampoco estamos preocupados. Lo que sí tengo claro es que voy a demandar porque no vamos a tolerar más intromisiones. Yo nunca he hablado de mi vida privada y no entiendo que se haga un espectáculo sobre mi situación matrimonial. Este mismo lunes mis abogados redactarán la demanda contra Susana, a la que por supuesto conozco y no tengo ningún tipo de problema en reconocerlo», me explica con notable sosiego.
La aparición de Susana en la pequeña pantalla ha sorprendido a vecinos y amigos de la catalana porque sus artes son de lo más sorprendentes
Pero, ¿quién es Susana Espona? Al más puro estilo de la película de Sigourney Weaver, me explican que, tanto a ella como a su madre, en Barcelona se las conoce como «Las timadoras». Advierten que son muchos los testimonios que podrían aparecer en escena para enumerar los engaños a los que, al parecer, han sido sometidos por madre e hija. Amigas de la Santería cubana, insisten a esta revista que sus viajes a La Habana son continuados y que los mismos son sufragados gracias a sus múltiples negocios: venta de papelería, maquinaria para adelgazar, visitadoras…
Pero los problemas de Susana y su madre podrían multiplicarse. Son muchos los vecinos de la calle Calabria de Barcelona los que estarían dispuestos a explicar sus malas artes: «Fueron expulsadas porque dejaron grandes pufos en las comunidades en las que han vivido en diferentes zonas de Barcelona: desde el Eixample hasta la zona de la Sagrada Familia». Horas antes de viajar a Madrid, Susana fue vista en el Bar Garbí de la ciudad condal preparando su discurso, el mismo que mantendrá esta noche frente a las cámaras: «Pero, ¿y si me invento esto me puede demandar?.