Rocío Carrasco no deja de ser noticia desde que anunció su boda con Fidel Albiac. A partir de ese momento, empezaron los titulares. En su mayoría, relativos a la inexistente relación con gran parte de la familia Mohedano, su hija y Ortega Cano. Asuntos sobre los que la hija de la Jurado declina contestar en público.
Por si lo anterior no fuera suficiente, Rocío vuelve a estar en el ojo de la polémica al haber trascendido que adeuda una cantidad que sobrepasa el millón de euros a las administraciones públicas, según Lecturas. La deuda se desglosa así: 167.905 euros a la Agencia Tributaria y 929.140 euros a la Comunidad de Madrid. Al parecer, el origen de este problema estaría en el hecho de que la hija de la Jurado no habría satisfecho el importe correspondiente al Impuesto de Sucesiones sobre la herencia que recibió de su progenitora, valorada en siete millones de euros.
Pero no solo esos son sus problemas, pues José María Franco ha declarado a esta revista (ver vídeo) que Rocío Carrasco sigue adeudando las costas que tiene que pagar por una demanda que le interpuso y que perdió: «Lo tiene todo embargado».
A todos sorprendió que Rocío y Fidel pactaran una exclusiva que incluía su anuncio de matrimonio, la boda y algún reportaje más. Y sorprendió porque, durante años, la hija de la cantante ha sido muy celosa de su intimidad. Incluso llegó a acudir a los tribunales para que estos tuvieran en cuenta su bajo perfil y la declararan personaje no público. Algo que, recientemente, ha conseguido Agustín Pantoja.
Dicen que la boda entre Rocío Carrasco y Fidel Albiac únicamente se produjo por la necesidad económica de los contrayentes
El hecho de que Rocío Carrasco volviera a exhibirse en los medios fue justificado por sus más cercanos por sus deseos de volver a trabajar en Hable con ellas. Sin embargo, su decisión, bien podría estar relacionada con las deudas que mantiene con la Agencia Tributaria y la Comunidad de Madrid. La venta de la exclusiva de su boda se negoció por bastante dinero. En un principio, ella pidió medio millón de euros por la boda y le dijeron que no. Posteriormente, la negociación abarcaría un par de reportajes más y pudo llegarse a esa cantidad e incluso mejorarla.
Quien tiene claro que la boda entre Rocío y Fidel ha sido un asunto puramente crematístico es Antonio David Flores: “Esta boda es una farsa. Se casan por dinero. (Rocío) no ha gestionado bien la economía. No se entiende que consiguiera la nulidad matrimonial hace siete años, tras solicitarla hace 16, y no haya habido intenciones de boda hasta ahora».
Inútil contactar con Rocío Carrasco para que de explicaciones sobre esta noticia. Su repuesta siempre es la misma cuando se la telefonea: “No voy a hablar y no te autorizo a que me grabes”, repite como un mantra una Rocío que sigue siendo conocida por ser hija de los queridos Pedro Carrasco y Rocio Jurado y no por su profesión. Aún le falta mucho para llegar a ser presentadora.